La escultura Greco II de Rafael Canogar puede admirarse ya en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Oviedo, donde el martes, 5 de octubre, se realizó un acto simbólico de presentación de la pieza que contó con la presencia del propio autor, Rafael Canogar, del rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, y del presidente de la Fundación Azcona, Ladislao Azcona, que ha donado la escultura para que engrose el patrimonio artístico de la universidad asturiana.
En el acto de recepción de la pieza, Canogar centró su intervención en remarcar que las fronteras entre escultura y pintura, al menos en su obra, son cada vez más tenues y llegan casi a desaparecer. Canogar, uno de los fundadores del Grupo El Paso, trazó un breve recorrido por sus distintas etapas artísticas desde el informalismo hasta el realismo y subrayó que muy pronto sintió la necesidad de salir de la bidimensionalidad y de sacar sus ya famosas cabezas escultóricas a la calle para que interactúen con el público. Canogar, un creador tremendamente prolífico, vive ahora centrado, como él mismo señaló en el Salón de Grados de la Facultad de Ciencias, en la necesidad de culminar un proyecto artístico que se inició en los años 50. "Tengo varios periodos creativos que son como las cuentas de un collar que tienen un hilo conductor, que en mi caso es buscar la esencialidad, un arte nuevo, fuerte, auténtico", destacó.
El rector de la Universidad de Oviedo, por su parte, tuvo palabras de agradecimiento tanto para el artista como para la Fundación Azcona por este "regalo inmenso" que supone la donación de Greco II. "La Universidad representa muchas cosas y, entre esas muchas, está ser un gran escenario de lo mejor y de lo más bello. Lo mejor en lo científico, lo humanístico y también en lo artístico". El rector manifestó que el espacio elegido para acoger la obra de Canogar no es baladí. "Pretende que sea la expresión de cómo la universidad tiene que integrarse en la vida ciudadana. Una pieza en la universidad, pero integrada en su entorno y que atraiga la mirada. Gracias a esta maravillosa generosidad, hoy la universidad vale más porque nos miran", concluyó el rector.
El presidente de la Fundación Azcona señaló que actos como este son motivo de fiesta, una fiesta, dijo, "muy especial y llena de recuerdos y emociones". Ladislao Azcona, que esbozó brevemente la trayectoria profesional de Canogar, con quien la fundación lleva años colaborando, destacó de él la mirada "seria y rigurosa que ha proyectado siempre sobre el arte contemporáneo español", ya desde muy joven cuando con solo 22 años formaba parte de los fundadores del Grupo El Paso. De Canogar, destacó Azcona su arte "valiente, arriesgado, de carga crítica y no complaciente con el sistema político". Hizo hincapié también en su inmensa capacidad de trabajo que explica sus 150 cuadros pintados en los dos últimos años. Por último, subrayó Azcona la ubicación de la escultura Greco II en la Universidad de Oviedo. "Es donde tiene que estar, donde surge el conocimiento y la investigación y donde se forma a la gente del futuro", concluyó.
Tras la presentación de la obra en el Campus de Ciencias, tuvo lugar un encuentro diálogo en El Milán que contó con la participación del artista y de las profesoras María Soledad Álvarez Martínez y Ana María Fernández García, ambas catedráticas de Historia del Arte de la institución académica.
Además de estas actividades, hasta el 7 de noviembre, se podrá visitar, en la sala de exposiciones del Edificio Histórico, la muestra "Rafael Canogar. Greco" realizada con motivo de la donación de la obra a la Universidad de Oviedo.
La escultura Greco II de Rafael Canogar puede admirarse ya en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Oviedo, donde el martes, 5 de octubre, se realizó un acto simbólico de presentación de la pieza que contó con la presencia del propio autor, Rafael Canogar, del rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, y del presidente de la Fundación Azcona, Ladislao Azcona, que ha donado la escultura para que engrose el patrimonio artístico de la universidad asturiana.En el acto de recepción de la pieza, Canogar centró su intervención en remarcar que las fronteras entre escultura y pintura, al menos en su obra, son cada vez más tenues y llegan casi a desaparecer. Canogar, uno de los fundadores del Grupo El Paso, trazó un breve recorrido por sus distintas etapas artísticas desde el informalismo hasta el realismo y subrayó que muy pronto sintió la necesidad de salir de la bidimensionalidad y de sacar sus ya famosas cabezas escultóricas a la calle para que interactúen con el público. Canogar, un creador tremendamente prolífico, vive ahora centrado, como él mismo señaló en el Salón de Grados de la Facultad de Ciencias, en la necesidad de culminar un proyecto artístico que se inició en los años 50. "Tengo varios periodos creativos que son como las cuentas de un collar que tienen un hilo conductor, que en mi caso es buscar la esencialidad, un arte nuevo, fuerte, auténtico", destacó.El rector de la Universidad de Oviedo, por su parte, tuvo palabras de agradecimiento tanto para el artista como para la Fundación Azcona por este "regalo inmenso" que supone la donación de Greco II. "La Universidad representa muchas cosas y, entre esas muchas, está ser un gran escenario de lo mejor y de lo más bello. Lo mejor en lo científico, lo humanístico y también en lo artístico". El rector manifestó que el espacio elegido para acoger la obra de Canogar no es baladí. "Pretende que sea la expresión de cómo la universidad tiene que integrarse en la vida ciudadana. Una pieza en la universidad, pero integrada en su entorno y que atraiga la mirada. Gracias a esta maravillosa generosidad, hoy la universidad vale más porque nos miran", concluyó el rector.El presidente de la Fundación Azcona señaló que actos como este son motivo de fiesta, una fiesta, dijo, "muy especial y llena de recuerdos y emociones". Ladislao Azcona, que esbozó brevemente la trayectoria profesional de Canogar, con quien la fundación lleva años colaborando, destacó de él la mirada "seria y rigurosa que ha proyectado siempre sobre el arte contemporáneo español", ya desde muy joven cuando con solo 22 años formaba parte de los fundadores del Grupo El Paso. De Canogar, destacó Azcona su arte "valiente, arriesgado, de carga crítica y no complaciente con el sistema político". Hizo hincapié también en su inmensa capacidad de trabajo que explica sus 150 cuadros pintados en los dos últimos años. Por último, subrayó Azcona la ubicación de la escultura Greco II en la Universidad de Oviedo. "Es donde tiene que estar, donde surge el conocimiento y la investigación y donde se forma a la gente del futuro", concluyó.Tras la presentación de la obra en el Campus de Ciencias, tuvo lugar un encuentro diálogo en El Milán que contó con la participación del artista y de las profesoras María Soledad Álvarez Martínez y Ana María Fernández García, ambas catedráticas de Historia del Arte de la institución académica.Además de estas actividades, hasta el 7 de noviembre, se podrá visitar, en la sala de exposiciones del Edificio Histórico, la muestra "Rafael Canogar. Greco" realizada con motivo de la donación de la obra a la Universidad de Oviedo.
