Álvaro Sánchez, secretario del Patronato de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, y Pablo González Tornel, director del Museo de Bellas Artes de Valencia, junto a la tabla central del Tríptico de la Pasión o de los improperios: Coronación de espinas (h. 1510-1520) de El Bosco. Foto: Jesús Varillas
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Del siglo xv a la modernidad pictórica El despegue económico y cultural de Valencia a finales del siglo xiv propició la presencia en la ciudad del pintor florentino Gherardo Starnina y la del centroeuropeo Andrés Marçal de Sas. Al mismo tiempo, maestros locales como Gonçal Peris, Miquel Alcanyís o Pere Nicolau se convirtieron en difusores del gótico internacional. La exposición da cuenta de ello con obras como el Retablo de los Siete Sacramentos o Retablo de fray Bonifacio Ferrer (1396-1397), en el que Starnina muestra el refinamiento de su formación en Florencia, o la obra bifaz Verónica de la Virgen y Anunciación (1403-1410), una pieza devocional que Peris y Nicolau tratan con el preciosismo de un objeto de orfebrería.
Además, la más que probable presencia de Jan van Eyck en Valencia a mediados del siglo xv, así como la llegada de pintores del norte, como Lluís Alincbrot desde Brujas, o el viaje de los autóctonos, como Lluís Dalmau, favoreció la consolidación de la pintura al óleo y el auge del estilo minucioso y realista conocido como hispanoflamenco.
En Valencia coexistieron las obras de Bartolomé Bermejo con las del italiano Paolo de San Leocadio, considerado el introductor del Renacimiento de Italia en la ciudad y de quien se expone su Cristo portacruz (h. 1500-1505), y las de otros artistas como Fernando Llanos, Fernando Yáñez de la Almedina o el Bosco, cuyo Tríptico de la Pasión o de los improperios (h. 1510-1520), una de las obras maestras del Museo, llegó a Valencia de la mano de Mencía de Mendoza y está representado en la exposición por su tabla central, la Coronación de espinas.
Durante el siglo xvi, el arte español viró hacia la modernidad clasicista, imponiéndose el Renacimiento italiano tras la llegada de los primeros pintores procedentes de Italia o el regreso de artistas españoles después de su periplo por ese país. En ese contexto, el italianismo figurativo tuvo su eco en autores como Joan de Joanes, creador del Pentecostés o Venida del Espíritu Santo (h. 1578), o Juan Sariñena, autor del Salvator mundi (h. 1600).
Con el avance del Seiscientos, en España el lenguaje barroco se abrió a nuevas expresiones más allá del realismo y el naturalismo. La llegada de los estímulos dinámicos y coloridos de artistas como Pieter Paul Rubens, de quien se expone una delicada Virgen con el Niño (h. 1620), favoreció un riquísimo panorama pictórico con maestros como José de Ribera, Francisco y Juan Ribalta, Pedro Orrente, Juan Valdés Leal, Claudio Coello o Francisco de Zurbarán, de todos los cuales se exhiben obras en la exposición.
En España artistas como Mariano Salvador Maella prolongaron los códigos barrocos hasta el siglo xix, cuando Francisco de Goya y sus discípulos, directos o indirectos, como Agustín Esteve, presente en la muestra, se abrieron camino para consolidar lo que hoy conocemos como Romanticismo. Durante la segunda mitad del siglo, los pintores españoles se movieron entre el arte romántico, el realismo y el impresionismo e inauguraron una línea de acción que caracterizó el Ochocientos: la búsqueda incesante de un estilo propio.
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Emilio Sala Francés: Ana Colín y P erinat (1874. © Museo de Bellas Artes de Valencia.
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El auge de la pintura de temática social, que se produjo a finales del siglo xix como resultado de los cambios políticos y sociales que habían sacudido Europa durante toda la centuria, estuvo representado en Valencia por la pintura de Antonio Fillol Granell, exitoso retratista y brillante cronista de la Valencia de 1900, que plasmó con toda crudeza la violencia de los conflictos armados y el atraso de las sociedades rurales.
En la exposición se podrá disfrutar de la pintura de autores fundamentales del siglo xix en España, como Vicente López, Francisco Domingo, Emilio Sala, Antonio Gisbert, José Benlliure, Ignacio Pinazo o Aureliano de Beruete, entre otros.
Sorolla, Degraín y la modernidad Joaquín Sorolla, uno de los pintores valencianos más internacionales y de cuya muerte acaba de celebrarse el centenario, tiene un papel destacado en esta muestra. En ella se le dedica una sala en la que pueden admirarse obras como El niño de la bola (1887), una de las dos academias que envió desde Roma a Valencia en cumplimiento de sus obligaciones como becario de la Diputación en aquella ciudad; La primavera o Labradora valenciana (h. 1900), un modelo que realizó para ser reproducido en azulejería por la Casa Miralles de Barcelona, o algunos retratos y paisajes de la huerta y la playa levantinas.
La exposición también reserva un espacio propio a Antonio Muñoz Degraín (1840-1924), de cuya muerte se cumple el centenario y que es considerado el paisajista más relevante de la pintura valenciana de entresiglos.
El fondo de obras de Muñoz Degraín custodiado en el Museo valenciano es el más importante del mundo en cantidad y variedad. En la muestra se pueden ver algunas como Paisaje granadino (1915), en la que el color adquiere todo el protagonismo, o Espigadoras de Jericó (1909), donde recrea un universo exótico en torno a Tierra Santa en el que el trasfondo religioso queda totalmente difuminado en favor del paisaje.
La colección del Museo de Bellas Artes de Valencia. Entre el Bosco y Sorolla concluye en las primeras décadas del siglo xx mostrando una Europa en continua guerra y una España convulsa en obras como Bombardeo (1937), de Eleuterio Bauset, o Madre tierra (1936), presentada por Horacio Ferrer de Morgado a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1936, interrumpida por el estallido de la Guerra Civil ese año. Poco a poco, el realismo fue sustituido por una nueva estética ligada a las vanguardias, con creadores como el propio Ferrer de Morgado, que llevaron las artes en España de manera decidida hacia la modernidad, aquí representada por El alambique, obra de 1967 del Equipo Crónica que cierra la muestra.
Un catálogo y actividades paralelas Con motivo de la exposición, se ha editado un catálogo que incluye, además de textos firmados por Pablo González Tornel, ensayos de Matilde Miquel Juan, Jesús F. Pascual Molina, Ignacio Cano Rivero y Ester Alba Pagán, quienes ofrecen nuevas y enriquecedoras miradas en torno a la colección.
Además, se ha organizado un amplio programa de visitas guiadas y un ciclo de conferencias dirigido por Pablo González Tornel, en la que participarán los especialistas que han colaborado en el catálogo.
La colección del Museo de Bellas Artes de Valencia. Entre el Bosco y Sorolla
Fechas: Del 28 de febrero al 14 de julio de 2024
Organiza: Fundación María Cristina Masaveu Peterson y Museo de Bellas Artes de Valencia Comisario: Pablo González Tornel
Fundación María Cristina Masaveu Peterson C/ Alcalá Galiano, n.º 6 28010 Madrid
Horario general Abierto De martes a viernes: 11:00 - 20:00 h Sábados: 10:00 - 20:00 h Domingos y festivos: 10:00 - 15:00 h Cerrado Todos los lunes (incluidos festivos) y los días 1 y 6 de enero, 1 de mayo y 24, 25 y 31 de diciembre
Entrada libre
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