Pinceladas de Asturias

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Santuario del Acebo

Santuario AceboSantuario de Nuestra Señora del Acebo2ABIERTO TODO EL AÑO Consultar horarios en temporada de invierno.

Es el santuario de más tradición y veneración de toda la comarca. Los miradores situados en las inmediaciones de la ermita muestran vistas panorámicas de los valles y sierras que rodean la villa de Cangas. Alto L’Acebu. Tfno. 984 111 974 (Rte. Santuario)

 El Santuario de Nuestra Señora del Acebo es quizás el segundo santuario en importancia de Asturias, por detrás de la Basílica de Nuestra Señora de Covadonga. Goza de una gran devoción en toda la comarca occidental. La Virgen del Acebo es la patrona de los Vaqueiros de Alzada. Está a 1180 m. de altitud, a 12 Km. de Cangas del Narcea, desde donde se llega por la carretera por una también renovada carretera

Surgió en el s. XVI como consecuencia de unos hechos milagrosos en el lugar donde se levantaba una antigua capilla. El edificio actual fue construido en 1590 por Diego de Argos, al tiempo que la casa del capellán y la de las novenas situadas a su lado. Es de planta de cruz latina, con una torre al frente y una sacristía adosada al ángulo sureste. La torre, de la que destaca sobre todo el uso del sillar de piedra, en su parte baja es pórtico, abierto mediante tres grandes arcos.

Con la construcción se le dotó de retablos e imágenes manieristas. El retablo mayor fue sustituido a fines del s. XVII por el que puede verse hoy; sigue el estilo marcado por el retablo mayor del Monasterio de Corias, con columnas salomónicas emparradas y que también aparece en iglesias cercanas como en la Iglesia de Santa María de Celón. Fue tallado por Manuel Ron entre 1687 y 1691, y dorado por Juan Menéndez Acellana en 1709, artesanos vecinos de Cangas.

El retablo guarda una imagen románica del s. XIII que estaba en la capilla primitiva, una talla de madera que en la segunda mitad del s. XVII pasó a ser vestida, y en 1900 se reformó para sustituir al Niño por el actual. A esta talla se le atribuyen numerosos milagros. El primero documentado es en 1575, en que María de Noceda, coja de nacimiento, sanó de sus males.

El 8 de septiembre se celebra una multitudinaria romería, en el Día de las Promesas. El domingo siguiente, Día de las Ofrendas, se celebra con una procesión y bendición de ganado.