«El alma necesita silencio absoluto, ausencia de palabras, búsqueda hacia adentro hasta que aparezca la piel del aire».

Somos Tiempo que pasa, que ha pasado, que pasará. De esta materia tan inestable como constante está hecha nuestra vida. Lo que intuimos del mañana será ayer sin remedio. Por eso, cuando el azar nos pone ante las ruinas de algo nuestro un estremecimiento nos recorre el alma como un aviso de futuro, como una ciega sentencia contra la que no nos podemos rebelar. Volver a la casa de la infancia y encontrar la puerta tapiada: no conozco mejor metáfora del destino. El ser humano, ante la dejadez, ante la desgracia, opone sin embargo su voluntad de ser, de hacer bien las cosas, de soñar una vida perdurable. Creo que esta es la raíz del progreso humano, la fuerza oculta que mueve el mundo. Pienso en todas las personas que esperan en las fronteras del sur una vida mejor, pienso en la tenaz vocación de quien huye de la desgracia y espera tras una alambrada sin temer las desgracias. Sin papeles: así se construye el mundo y la Historia.

«Xuan Bello vive y reflexiona sobre lo vivido a sabiendas de que si llegamos a alguna conclusión, habremos errado, pues la verdad es de por sí escurridiza y múltiple, y lo falso está siempre a un paso de ser verdadero y viceversa. No todo, claro: hay cuatro o cinco convicciones que asoman claras, y bastan». Martín López vega

Xuan Bello. Nació en 1965 en Paniceiros (Asturias), escribe en asturiano y es autor, entre otros títulos, deHistoria universal de Paniceiros, Meditaciones nel desiertu,La confesión xeneral, La nieve y otros complementos circunstanciales, el ensayo La bola infinita o la antología bilingüe Ambos mundos. Poesía 1988-2009.