El año 2002, cuando los talibanes se retiraron de Afganistán, la joven y respetada periodista y experta en conflictos internacionales, Åsne Seierstad, se trasladó a la capital del país para poder experimentar de primera mano la situación de la sociedad afgana en esta época convulsa.
Se alojó en casa de la familia del librero Sultan Khan, lo que le permitió vivir muy de cerca la cotidianeidad de una familia afgana, el mundo íntimo de las mujeres y la camaradería de los hombres, en el seno de un pueblo dividido entre la tradición y la modernidad.
"Me serví de la burka para meterme en al piel de una afgana, para darme cuenta de lo que es, cuando el autobús está medio vacío, buscar un sitio en la últimas tres filas reservadas para las mujeres y llenas a reventar; lo que es acurrucarse en el maletero de un taxi porque hay un hombre sentado en el asiento de atrás", dice Åsne Seierstad.
|
|
|
|
|
|