Pinceladas de Asturias

Tras el éxito de Las mujeres de la casa de las lilas, basada en la vida de Caroline Ferriday, llega la precuela Las rosas olvidadas. La historia, inspirada en hechos reales, gira alrededor de los acontecimientos que marcaron a Eliza, la madre de Caroline. Lanzamiento 24/03/21

En 1914, Eliza Ferriday, una socialité de Nueva York, viaja a San Petersburgo junto a su amiga Sofya, una prima de los Romanov, la dinastía que controla el destino de Rusia. Cuando Austria le declara la guerra a Serbia y empieza el declive de la dinastía imperial rusa, Eliza consigue regresar a su hogar, mientras que Sofya y su familia huyen de la violencia que se ha adueñado de las calles y se instalan en el campo. Como necesitan ayuda para las tareas de la casa, contratan a una joven criada, Varinka, sin ser conscientes del peligro que representa. Tras la llegada a Estados Unidos de ciudadanos rusos que huyen de la Revolución bolchevique, Eliza hace lo que puede para ayudarlos, y, al dejar de recibir cartas de su amiga Sofya, empieza a temerse lo peor.

Todo empezó con un recorte de periódico  "El recorte que encontré despertó en mí una enorme curiosidad sobre la lucha de Eliza Ferriday y me inspiró, una vez terminada mi primera novela, para embarcarme en un nuevo periplo de investigación y escribir Las rosas olvidadas.  El artículo del recorte estaba escrito desde el punto de vista de las muñecas rusas hechas a mano que llegaban a Estados Unidos. Contaba cómo Eliza Ferriday les abría las puertas de su casa a las refugiadas que escapaban de la violencia contra los aristócratas que se desató tras la caída del zar. Era una forma de contar esta trágica historia, de contar cómo Eliza Ferriday acogió y defendió a un grupo de mujeres "rusas blancas", antiguas aristócratas que, a duras penas, habían logrado escapar del terrible peligro que les acechaba en Rusia. El artículo explica cómo Eliza Ferriday convirtió su precioso apartamento de Nueva York en un bazar permanente donde se vendían productos en beneficio de las mujeres rusas que llegaban a Manhattan con las manos completamente vacías.”

Martha Hall Kelly se licenció en periodismo y ha trabajado como publicista para agencias como J. Walter Thompson, McCann-Erickson y BBDO. Mientras estaba de baja por maternidad, descubrió la historia de Caroline Ferriday, una residente de Connecticut que ayudó a los “conejos”, cincuenta supervivientes del campo de concentración de Ravensbrück. Para conocer la verdadera historia de Caroline, Kasia y Herta, Martha Hall Kelly viajó por todo el mundo y consultó los archivos de Caroline Ferriday en Connecticut, Washington y Francia para documentarse.