Una novela que transcurre entre Oviedo y Gijón. El caso sucede en Gijón, empieza con un niño que encuentra un brazo humano en la playa de San Lorenzo cuando baja a jugar al fútbol con su padre, pero pertenece a un caso que están investigando el comisario Miralles desde la comisaría de Oviedo con Gracia San Sebastián como colaboradora externa experta en finanzas, así que el jefe de policía monta un equipo mixto de policías de Oviedo y Gijón liderados por el comisario Miralles.
Por qué leer Los muertos no saben nadar.
- La trama arranca con fuerza: el misterio del brazo encontrado en un agujero del muro en la playa, el atropello de la joven Arantza en plena noche y la aparición de un cadáver mutilado y trajeado en una embarcación.
- El complicado entramado de la empresa de inversiones InverOriental justifica la implicación de Gracia en la investigación.
- La novela cuenta con varias subtramas: la investigación en Oviedo y Gijón; los tejemanejes de los mafiosos rumanos; los pasos que dan los implicados y la investigación financiera de Gracia.
- El funcionamiento de la estafa piramidal de InverOriental está muy bien explicado y dosificado a lo largo del texto, para que el lector entienda cómo funcionan estas empresas.
- Una parte importante de la novela es la complicada situación personal de Gracia, entre su nueva pareja, Rodrigo, y su exmarido, Jorge, que muestra aspectos no tan agradables de su carácter.
- La trama está bien ligada en todos los detalles, la autora es minuciosa y se preocupa porque todo sea coherente, sin descuidar la psicología de los personajes.
- La madre de Gracia, Adela, está de nuevo muy presente en la novela y hará las delicias de los lectores.
- La ambientación en Oviedo está tan cuidada y detallada como en las dos novelas anteriores, con alguna escapada a Gijón.
Ana Lena Rivera (Oviedo, 1972)
Asturiana de nacimiento y corazón, llevo muchos años viviendo en Madrid, ciudad que me adoptó como una hija y en la que he construido mi hogar. A veces, echo de menos el olor a sal y ver las olas romper contra las rocas.
Estudié Derecho y Administración y Dirección de Empresas y, aunque yo soñaba con ser escritora, criminóloga o comisario de policía, tuve una carrera profesional emocionante en la empresa multinacional: estuve varios años en la alta dirección donde tuve oportunidad colaborar con gente de distintas culturas y aprender valores que ahora forman parte de mí.
Según cuentan en la familia, cuando era pequeña leía libros de forma compulsiva. Comía, merendaba y cenaba leyendo a pesar de las protestas de mis padres para que dejara el libro mientras comía. Incluso tuve una época en la que me bañaba leyendo un libro. Casi todos terminaron con el papel arrugado por la humedad.
Sin niños en el entorno familiar de una edad cercana a la mía, la que la lectura fue mi gran compañía en la niñez. Empecé con los Mortadelos y de ellos pasé a Agatha Christie. Estoy convencida de que las innumerables horas que pasé rodeada de libros me hicieron ser quien soy hoy. Por eso empecé a escribir, porque me gustaría que mis libros le dieran a alguna persona la compañía, los referentes y el refugio que los libros me proporcionaron a mí.
Cuando me quedé embarazada de mi hijo Álex, la prescripción médica de reposo domiciliario me dio la oportunidad escribir. La escritura me atrapó: encontré mi gran pasión y empezó mi aventura como escritora.
Por suerte, tuve grandes profesores en la Escuela de Escritores, en la que ahora tengo el privilegio de enseñar.
TÍTULOS PUBLICADOS:
Los muertos no saben nadar. 2021
Un asesino en tu sombra. 2020
Lo que callan los muertos. 2019
RECONOCIMIENTOS:
Premio Torrente Ballester 2017.
Forma parte de la “familia” de Pinceladas de Asturias :) |
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