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El 1 de diciembre, el mundo conmemora el Día Mundial del Sida

sida dia mundialCada Día Mundial del Sida gira en torno a un tema diferente. Este año 2021 el lema será: Poner fin a las desigualdades. Poner fin al sida. Poner fin a las pandemias.


. El tema de este año incorpora toda una lista de desafíos sobre los que el Día Mundial del Sida ha alertado en todo el mundo:

Establecido en 1988, el Día Mundial del Sida fue el primer día dedicado a la salud en todo el mundo. Desde entonces las agencias de las Naciones Unidas, los Gobiernos y la sociedad civil se reúnen cada año para luchar en determinadas áreas relacionadas con el VIH.

  • En todo el mundo se llevan a cabo actividades de concienciación.
  • También mucha gente decide llevar un lazo rojo, que es el símbolo universal que muestra el apoyo y la solidaridad para con las personas que viven con el VIH. 
  • Mucha gente que vive con el VIH escoge ese día para alzar la voz y hacerse oír sobre temas importantes en sus vidas.
  • Muchos grupos de personas que viven con el VIH y otras muchas organizaciones de la sociedad civil implicadas en la respuesta al sida se movilizan en apoyo de las comunidades a las que representan y para recaudar fondos.
  • Las actividades que se realizan ponen de manifiesto el estado actual de la epidemia.

El Día Mundial del Sida sigue siendo tan importante hoy como cuando empezó, y continúa recordando a la sociedad y a los Gobiernos que el VIH no ha desaparecido. A día de hoy es fundamental aumentar la financiación para la respuesta al sida. También es esencial que la sociedad en su conjunto tome conciencia de cómo el VIH afecta la vida de las personas, para que de este modo podamos poner fin al estigma y la discriminación, y consigamos mejorar la calidad de vida de las personas que viven con el VIH.

Estos días se celebra en Málaga el XII Congreso Nacional de GeSIDA, un encuentro clave de actualización en investigación sobre VIH en nuestro entorno.

España ha conseguido prácticamente el objetivo de tratamiento planteado por ONUSIDA del 90-90-90 para 2020 (90% de infectados estén diagnosticados, 90% de los diagnosticados reciban tratamiento y 90% de los tratados consigan estar libres de carga viral detectable). Según los datos oficiales, España sólo falla en los primeros 90, con un 87% de diagnósticos entre las 160.000 personas infectadas por el VIH.

El objetivo de reducción de infecciones pasa necesariamente por la prevención. Entre las estrategias de prevención más eficaces sigue siendo la principal el uso de preservativo y la promoción de prácticas sexuales más seguras. En este sentido, uno de los temas que se tratarán en el congreso, y que suscitan una preocupación creciente es la evolución reciente en los patrones de prácticas chemsex (uso de drogas en contextos sexuales).

El avance reciente más sustantivo en la prevención de infección por VIH ha sido la profilaxis prexposición (PrEP). La PrEP es un tratamiento oral, en formato pastilla, que permite evitar el contagio por VIH en poblaciones de riesgo. El éxito de la PrEP por vía oral está más que demostrada en numerosos estudios clínicos de la última década.

En 2018, el Ministerio de Salud español mostró su compromiso con la implantación de la PrEP aunque no fue hasta finales de 2019 que se aprobó su financiación y acceso a coste cero para los usuarios. Sin embargo, cuando la pastilla se incorporó a la financiación pública, no se complementó con un incremento de la inversión en herramientas de prevención como los cribajes y controles de infecciones de transmisión sexual. La falta de previsión inicial derivó en problemas logísticos y largas listas de espera que llevaron a los potenciales beneficiarios a recurrir a la compra privada por medios no homologados.

A nivel global, y más recientemente, en países con bajas tasas de adherencia (debidas a que es un tratamiento que requiere cumplir con la toma diaria) se han probado con éxito inyectables PrEP de larga duración. Aunque todavía hacen falta más estudios, la PrEP de larga duración supone una alternativa prometedora, especialmente a la hora de proteger a las mujeres en países en los que son uno de los principales grupos de población en riesgo.

Si bien es cierto que, como en otros ámbitos terapéuticos, la pandemia de covid-19 ha desplazado compromisos de inversión pública ya adquiridos, se debería retomar la agenda de implementación de la PrEP ahora que ya se tienen datos para una primera evaluación más completa desde su introducción. La PrEP es una herramienta más entre las alternativas disponibles en la estrategia preventiva contra el VIH-SIDA, y seguir evaluando su implementación es esencial para el futuro de las inversiones y planificación públicas necesarias, más allá de la pastilla. 

En este Día Mundial del Sida, ONUSIDA pone de relieve la urgente necesidad de acabar con las desigualdades que impulsan el sida y otras pandemias en todo el mundo.

Sin una acción audaz contra las desigualdades, el mundo corre el riesgo de no alcanzar los objetivos de acabar con el sida para el año 2030, así como de sufrir una prolongada pandemia de la COVID-19 y una crisis social y económica cada vez mayores.

Justo cuando han pasado cuatro décadas desde que se dieron a conocer los primeros casos de sida, el VIH sigue amenazando al mundo. El mundo ahora está lejos del camino para llegar a hacer realidad el compromiso compartido de acabar con el sida para el año 2030, pero no debido a una falta de conocimientos, capacidad o medios, sino a las grandes desigualdades estructurales que obstaculizan las soluciones que está demostrado que funcionan en lo relativo a la prevención y el tratamiento del VIH.

Si queremos poner fin al sida para 2030, debemos acabar urgentemente con las desigualdades económicas, sociales, culturales y legales.

Aunque existe la percepción de que un momento de crisis no es el más adecuado para priorizar el tratamiento de las injusticias sociales subyacentes, está claro que, hasta que no nos pongamos a ello, no podremos superar la crisis.

El hecho de abordar las desigualdades es una promesa global que hicimos hace mucho tiempo, cuya urgencia no ha hecho más que aumentar. En el año 2015 todos los países prometieron reducir la desigualdad dentro de sus fronteras y entre ellos como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La Estrategia Mundial contra el Sida 2021-2026: Poner fin a las desigualdades, poner fin al sida, y la Declaración política sobre el sida adoptada en la Reunión de alto nivel sobre el sida de las Naciones Unidas de 2021 tienen como objetivo acabar con las desigualdades.

Hacerle frente a las desigualdades, además de ser un elemento central para acabar con el sida, ayudará a promover los derechos humanos de los grupos de población clave y las personas que viven con el VIH, preparará mejor a las sociedades para vencer la COVID-19 y otras pandemias, y servirá de apoyo para la recuperación económica y la estabilidad. Si cumplimos nuestra promesa de abordar la desigualdad, lograremos salvar millones de vidas y la sociedad en su conjunto saldrá beneficiada.

Sin embargo, acabar con las desigualdades exige un cambio transformador. Las medidas políticas, económicas y sociales tienen que proteger los derechos de todas las personas, y debemos prestar especial atención a las necesidades de las comunidades más marginadas y menos favorecidas.

Sabemos cómo vencer al sida, sabemos cuáles son las desigualdades que obstaculizan el progreso y sabemos cómo abordarlas. Las políticas para abordar las desigualdades se pueden implementar, pero requieren que los líderes sean audaces.

Es hora de que los Gobiernos pasen del compromiso a la acción. Por su parte, los Gobiernos han de promover un crecimiento social y económico inclusivo. Deben eliminar las leyes, las políticas y las prácticas discriminatorias para garantizar así la igualdad de oportunidades y reducir las desigualdades. Es hora de que los Gobiernos cumplan sus promesas. Deben actuar ahora y debemos hacer que sean responsables.

En este Día Mundial del Sida, recordemos a nuestros dirigentes políticos que la desigualdad mundial nos afecta a todos, con independencia de quiénes seamos y de dónde vengamos. En este Día Mundial del Sida, vamos a exigir medidas para poner fin a las desigualdades y acabar con el sida y con todas las demás pandemias, que no hacen sino avivarse gracias a dichas inequidades.